Divina

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martes, 24 de noviembre de 2015

After 2 Capítulo 107


Pau

Dos horas después, dejo la tarta en la encimera y subo al piso de arriba para desmaquillarme y volver a ponerme el pijama. Esto es lo que pasa cada vez que me permito darle otra oportunidad a Pedro. La realidad me explota en la cara.

De verdad he creído que iba a venir, qué estúpida soy. Estaba abajo haciéndole una tarta... No tengo remedio, soy una idiota.

Me pongo los auriculares antes de permitirme llorar de nuevo. La música inunda mis oídos mientras me tumbo sobre la cama y me esfuerzo en no ser demasiado dura conmigo misma. Anoche se comportó de una manera muy diferente, en un sentido positivo, pero echo de menos esos comentarios lascivos y ordinarios que finjo odiar, a pesar de que en realidad me encantan.

Me alegro de que Landon no haya venido a saludarme cuando lo he oído llegar a casa. Todavía albergaba esperanzas de que viniera, y habría parecido aún más patética, aunque él no me lo diría nunca, por supuesto.

Alargo el brazo y apago la luz de la mesilla de noche, y después bajo el volumen de la música ligeramente. Hace un mes me habría metido en el coche y me habría presentado en esa estúpida casa para preguntarle por qué me ha dejado plantada, pero ahora ya no tengo ganas ni energía de pelear con él. Ya no.

Me despierto con el tono de mi móvil en los oídos y el ruido me sobresalta a través de los auriculares.

Es Pedro. Y es casi medianoche. «No lo cojas, Pau.»

Tengo que obligarme literalmente a ignorar la llamada y a desconectar el teléfono. Cojo el despertador de la mesilla, pongo la alarma a la hora que quiero levantarme y cierro los ojos.


Debe de estar muy borracho para llamarme después de dejarme plantada. Qué ilusa he sido.

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