Una semana despues, nos estabamos comprando una mesa mas grande en el que entraban cuatro sillas. Un lujo que nos permitia tener invitados de vez en cuanto, y en la que se podia dibujar, escribir y poner adornitos.
Como fue mi macetita lila que tenia una florcita a tono, muy delicada y femenina. La amaba. La cuidaba con todo cariño y hasta le habia sacado fotos para Instagram.
Habla de pasado, si.
Pepe, se habia puesto a jugar a los penañes con una pelota improvisada hecha de calcetines.
Yo estaba en la computadora, contestando los mensajes de las lectoras de mi Blog, cuando escuche como se hacia trizas contra el suelo. Cuando fui a la sala, me encontre a mi novio mirando el piso con ambas manos en la nuca, y cara de culpable.
Le di mi peor mirada asesina mientras arrepentido iba a buscar una escoba para arreglar el lio.
Ese fue el dia que me di cuenta de que no iba a poder tener cosas lindas, porque no duraban.
Estuve un tiempo enojada, hasta que una noche que ibamos a salir, me estaba planchando el cabello y partimos apurados porque nuestros amigos nos esperaban.
Cuando volvimos a casa, el olor a plastico quemado inundaba el lugar, y habiamos tenido que abrir la ventana para respirar. Habia dejado la planchita enchufada, y ademas de arruinarla, habia quemando la zapatilla en donde estaba enchufada, el adaptador y habia dejado una marca en el suelo.
Fue mi momento para sentirme culpable y pedir disculpas. Podria haber causado un incendio,por Dios.
Nos llevábamos muy bien, pero cada uno tenia sus cositas que complicaban la convivencia.
Soliamos tolerarlas sin problemas, pero los dias que no estabamos de humor, estallaban las peleas.
Tenia que reconocerle que a pesar de todo, tenia mas cosas buenas que malas. Era muy generoso con su espacio. Nunca se sentia invadido, y no dudaba en compartir todo conmigo.
Estaba pendiente de mis necesidades, y era considerado con mis gustos. Sabia que odiaba comer ciertas comidas, y me tenia en cuenta cuando hacia las compras.
Ya desde la epoca en que solo eramos amigos, teniamos esta conexión. Una complicidad que por conocernos tanto, nos bastaba con solo mirarnos para comunicarnos. Las convivencia solo lo habia potenciado mas.
Muchas veces sentia que estaba viviendo con mi mejor amigo, y era genial. Con una persona que te ha visto en los peores y mejores momentos, no existen ni los pudores ni las verguezas. No me imaginaba dando este paso con nadie que no fuera él,definitivamente.
Ademas, habia que agregar que cada dia nos gustabamos mas.
Con Pepe de vacaciones, teniamos tiempo para pasar juntos y si habia algo en lo que nos pareciamos, era que los dos eramos por demas mimosos y cariñosos. No nos podiamos quitar las manos de encima, y eso nos hacia acordar a los dias de Bariloche.
De aquellos habia pasado un año, y todavia seguimos deseandonos de la misma manera.
Y tambien como en ese entonces, nuestros amigos se burlaban y nos decian conejos. Pero no nos importaba, es mas, lo aceptabamos. Nos encantaba, y se nos notaba.
Cuando nos quisimos dar cuenta, se nos habia pasado todo un mes.
Desde la editorial, me habian propuesto hacer una firma de libros para que conocieran mi cara y promocionarme, y como Silvia se habia ofrecido, la pequeña librería en la que trabahaba, seria usada como cede de dicho evento.
A mi no me convencia demasiado la idea.
La verdad, eque estaba aterrorizada de que nadie asistiera. Porque aunque mi editor decia que al libro le estaba yendo bien, de eso a que quisieran molestarse en venir para ver a una autora totalmente desconocida, era un monton.
Justamente la noche antes, no podia dormir y termine escribiendo sobre mis miedos en el Blog para desahogarme.
Estaban invitados mis familiares y conocidos, algunos compañeros del colegio, y gente que sabia que mis amigos llevarian.
Estaba histerica.
Cuando me desperte, Pepe me preparo un desayuno riquisimo y me ayudo a prepararme.
Me habia dejado el cabello suelto con suaves ondas, y me habia puesto un vestido magenta que con mis sandalias mas bonitas. Él tambien se habia producido un poco y se habia puesto una camisa blanca con sus mejores pantalones. Hasta se habia peinado.
Estabamos de gala, comparandolo con nuestro estilo de todos los dias.
Llegamos a la librería en dos minutos, y para mi desconcierto, ya habia algo de gente. Un poco mas calmada salude a las lectoras que se acercaban y me conocian.
En menos de una hora, el lugar se habia llenado y yo no sabia como, pero habia firmado ejemplares hasta acalambrarme y me habia tomado fotos con una cantidad imposible de chicas.
La mayoria me confeso que eran seguidoras de mi Blog, y que gracias a este, habian conocido mi libro y no al reves. Mi novio me miraba algo desesperado porque ademas querian una foto con él. Claro, despues de leer mis entradas, lo conocian, y se habian llevado una sorpresa agradable al ver que era guapisimo. Tenia su club de fans y todo. Mis amigos, que habian llegado un ratito despues, se burlaban y se reian de él, poniendolo incomodo.
En un momento, las chicas empezaron a revolucionarse y entre risitas se amontonaron en la entrada. Vistiendo una de sus camisas ajustadas y sus pantalones chupines negros, Fede, habia venido a verme. Sonrio y me saludo con un abrazo cariñoso.
-pero que linda estas. -me dijo al oido- mira todas las lectoras que tenes. Sos famosa, peque.
Me rei y le devolvi el abrazo.
-vos tambien estas lindo, nene. Me parece que te vas de aca con un par de fans. -nos reimos y me felicito por el libro, otra vez.
Habia llevado la copia que ya le habia firmado, pero como decia, queria tener un recuerdo de ese dia tambien, asi que volvi a escribirle algo.
Pepe que habia ido a buscar algo para tomar, se quedo congelado en el lugar sin saber que decir cuando lo vio. Los dos estaban iguales. Se miraban desde lejos y se estudiaban en detalle.
Nunca se habian caido bien, y se puede decir que mas de una vez habian tenido encontronazos en el pasado.
Fede, al reconocer que le correspondía, sonrio educado y lo saludo estirandole la mano.
-Hola Pedro -yo miraba el intercambio con los ojos abiertos como platos. Sin dudar mi novio no la estaba pasando bien con su presencia, pero no armaria lio porque no queria arruinar mi dia.
-Hola. ¿como estas? -contesto un poco frio mientras le devolvia el apreton, con un gesto hosco.
-Bien, gracias -me miro con su sonrisa llena de hoyuelos. -vine a felicitar a tu chica, me alegro muchisimo por su éxito.
Puse los ojos en blanco y le quite importancia a lo que decia con un resoplido.
-sos un exagerado. -dije-
-para nada. Es mas, te traje otra fan para que conozcas -le hizo señas a una chica que estaba en la entrada y se sumo a nosotros con una sonrisa enorme. -ella es Pau- le dijo señalandome. -Pau, esta es mi novia, Camila.
Era rubia con cabello ondulado y brillante, ojos azules muy expresivos y una boca naturalmente roja. Era preciosa.
-Vos sos Pau, mucho gusto. Por fin te conozco. -me saludo con mucha confianza dandome un beso. Se notaba que tenia una personalidad fuerte, y encantadara. -me encanto tu libro.
-¿de verdad? -pregunte emocionada.
-de verdad. -me aseguro con una risa contagiosa -me lo lei en dos dias. Estoy esperando que saques otro.... quiero saber como siguio la historia.
La chica tenia tanta buena onda, que en un rato, mi novio ya se sentia a gusto de estar ahi con mi ex, y podiamos tener entre los cuatro una conversacion civilizada y todo.
Para cuando se estaban yendo, Cami me habia tomado una foto con Fede y luego él nos habia tomado otra a nosotras. De no creer.
Lo mejor, es que se lo veía feliz. Mi ex parecía estar de verdad muy enganchado con su novia. Sabia que era cariñoso, pero con ella, lo era aun mas. La manera en que la miraba, no dejaba lugar a dudas. Finalmente se había enamorado.
Se despidieron promotiendo ponerse en contacto para salir a comer todos juntos y felicitándome nuevamente por mi novela.
Pepe que después de eso se había quedado muy callado, ayudo a Silvia a ordenar cuando la gente se termino de ir.
-¿Qué te pasa? –pregunte acercándome abrazandolo por la cintura cuando nos estábamos yendo a casa.
Con cara larga, y casi con un puchero de nene caprichoso se negó a responder. Luego después de un rato hablo, aunque muy bajito.
-¿vos lo invitaste? –no me había mirado, solo seguía caminando. Estaba celoso.
-no, pero sabia que hoy firmaba libros. –conteste- ya te dije que nos llevamos bien y somos amigos.
-si, pero un amigo con el que tuviste una historia. –refunfuño- y que te gustaba muchísimo.
-¿estas celoso? –lo frene obligándolo a que me mirara.
-bastante. –reconocio frunciendo el ceño.
Sonreí sin poder evitarlo, porque me derretían estas actitudes tan de él, y le di un beso largo en los labios.
-Fede me gustaba, pero no estaba enamorada –dije mientras lo besaba- solamente te ame y te amo a vos. Y tanto él, como yo, hicimos nuestras vida y estamos donde tenemos que estar.
Sonrio apenas, un poco mas seguro y pude sentir en su abrazo, como sus musculos se relajaban.
-bueno, no lo nombremos mas. –dijo contrayendo el gesto. –por hoy, ya fue mas que suficiente.
Me callo a fuerza de besos, y entre mimos, entramos a casa en donde nos olvidamos de todo y de todos hasta que horas después nos dormimos abrazados.
Los dos nos celabamos a niveles extremos, pero también sabíamos que ninguno engañaría al otro, y que nuestro amor era sincero. De eso nunca dudaríamos.
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