Divina

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domingo, 28 de agosto de 2016

Divina Capitulo 78

Camping

Dia 1:

Aunque habiamos querido salir temprano para aprovechar el dia al maximo, entre una cosa y otra, nos fuimos cerca del mediodia. Apenas llegamos teniamos tanto hambre, que nos pusimos a pensar que podiamos comer.

Los chicos estaban antojados de asado, asi que mientras nosotras tomabamos sol, ellos se fueron al mercado que estaba sobre la ruta a comprar carne, carbon y todo lo que hacia falta para cocinarla.

Comimos riquisimo, y sin perder tiempo, nos fuimos a disfrutar del rio.

Hacia calor y el agua estaba fresquita. Ya podia sentir como el sol me quemaba la piel y lo lamentaria cuando estuviera roja como un tomate. Mi novio, me habia advertido, queriendome cuidar, pero es que se sentia yan bien, que con un poco de protector, me puse a descansar sobre una piedra.

A la hora de la meriendo, tomamos mate con bizcochitos, y jugamos a las cartas.

Como conocia a mi novio, me puse en su equipo. Jugabamos al truco, pareja contra pareja, y obviamente salimos ganadores.

Vamos decir que yo no tenia ni idea como se jugaba, pero Pepe me iba indicando, mientras, claro, hacia trampa como el mejor.

Yo lo unico que tenia que hacer es evitar reirme para no delatarlo, y a veces me costaba muchisimo.

Al ser los vencedores, no tuvimos que lavar los platos y cacharros utilizados en el almuerzo. Les tocaba a ellos.

Mas tarde, cuando terminaron, fuimos a armar las carpas y terminar de instalarnos.

Los sectores de camping estaban bien divididos, y aunque a una distancia media teniamos otras carpas de otras personas, estabamos bastante aislados, y teniamos cierta intimidad.

Los baños quedaban realmente lejos, y tener que ir, era toda una odisea. Mas que nada, porque eran de lo mas rusticos, y si una estaba acostumbrada solo a su baño, podia tener difilcultades.

Si tenia que hacer, me mentalizaba, y casi siempre le pedia a May que me acompañara para que me hiciera apoyo moral. Era terrible, y ella me tenia poco paciencia.

Mas alla de eso, notaba a mi amiga un poco rara. Estaba callada y pensativa. Mi primera suposicion, era que se habia peleado con Facu, pero no. estaban muy bien juntos.
Le pregunte un par de veces, pero me aseguro que no era nada, y yo
no le crei. A mi no me mentia, algo la tenia preocupada...
Desarmamos las mochilas y despues de haber levantado las dos carpas, buscamos las bolsas de dormir y las mochilas en el baul del auto de Facu.

-ay no. -dijo mi amigo mirando con terror. -me olvide una bolsa de dormir, amor. Vamos a tener que compartir.

-¿me estas jodiendo, Facundo? -estallo- te pregunte veinte veces antes de salir si tenia todo. Me dijiste que te habias fijado y no te fijaste nada.

Resoplo.

Queriendo apaciguar el ambiente, intercedi.

-si quieren, pueden usar una nuestra. -sugeri con una sonrisa.

-Pau entre en mi mochila y le sobra espacio todavia. No me molesta compartir bolsa de dormir con ella. -dijo Pepe, para hacerse el gracioso, abrazándome. -de paso dormimos pegaditos- agrego en mi oido haciendome sonreir.

-que... y yo no entro con Facu porque estoy gorda. ¿no? -ladro molesta.

Ay Dios, en la que nos habiamos metido por querer ayudar.

Antes de que mi amiga nos siguiera peleando, tome a mi novio y nos fuimos a caminar por ahi, dejando a la parejita sola, para que se amigaran, o se sacaran los ojos.. pero lejos nuestro, asi no nos salpicaba el problema.

Esa noche, despues de cenar, los chicos del camping del lado nos invitaron a una guitarreada que hacian.

Para no caer con las manos vacias, llevamos unas gaseosas que habiamos comprado y nos unimos al grupo que estaba ubicado alrededor de un fogon.

Conocimos a dos chicos que eran hermanos, Franco Y “El Tano”, que tenian quince y diecisies años, muy simpaticos y que no paraban de hablar de videojuegos. Habian ido al camping con su hermano mayor, Lucho, que era el que estaba cantando guitarra en mano una cancion de Los Piojos.

Ademas de ellos tres, habia una chica del campamento vecino que se llamaba Lucia y estaba prendida a su libro. Debia ser muy atrapante, porque solo habia levantado la vista para saludarnos y despues se habia puesto a leer nuevamente.

Ella estaba con su hermana, Macarena, que estaba en el bañoy luego vendria. Todos eran de Buenos Aires, y estaban conociendo Cordoba por primera vez, asi que a medida que nos preguntaban, les fuimos contando de nuestra provincia y los lugares lindos que podian visitar.

Nos acomodamos entre ellos y charlamos pasando un rato de la mas agradable.

-y todas las cordobesas son asi de lindas? -pregunto el Tano, que era el mas bromista, guiñandonos un ojo a May y a mi. Al parecer no se habia percatado de que Pepe y Facu eran nuestro novios, y nos hizo gracia.

-no, pero todos los cordobeses si somos asi de celosos. -advirtio mi amigo levantando una ceja.

Franco y su otro hermano se rieron del pobre y animaron a nuestros novios a que le dieran su merecido por atrevido.

Las bromas siguieron por un bun rato, hasta que vimos que una chica se acercaba. La hermana de Lucia, Macarena venia para sumarse y nos saludo a todos animada.
Vestida con un short de jean y una remerita liviana, habia dejado bizcos a todos los hombres. Y no es que fueran todos unos babosos, es que esta chica tenia el par de pechos mas grandes y perfectos que hubiera visto. Y parecian rebotar alegres mientras ella caminaba. Con May intercambiamos miradas y nos reimos disimuladamente. Aunque no nos simpatizara demasiado la reaccion de Facu y Pepe, habia que reconocer lo bien dotada que estaba la chica. Aunque tan vez no eran naturales.

¿envidia? Nah... para nada.

Mi amiga me hizo señas para que la acompañara al baño, asi que me gire para avisarle a mi chico que ta volvia, pero no creo que llegara a oirme. Concentrado como estaba con semejante escote.

Molesta, le di un pellizco en el brazo que lo hizo gritar, y me fui con May en busca de los baños.

Una ves alli, nos turnamos mientras le cuidabamos la puerta a la otra porque no tenia traba, y nos pusimos a comentar sobre el dia que habiamos pasado, y claro, sobre la tetona.

Nos reimos un rato, y aprovechando que estabamos solas, le pregunte que era lo que le pasaba porque no le creia cuando decia que nada.

-pasa que estoy un poquito nerviosa. -confeso- me tendria que haber venido hace una semana, y nada -se mordio una uña mientras me miraba. Mierda.

-¿seguis tomando pastillas, no? -me asegure. Ella asintio - ¿te olvidaste alguna?

-no, para nada. -saco su celular y volvio a hacer cuentas. -nunca se me atrasa.

-bueno, tranquila. -dije sintiendo que se me congelaba la sangre, pero perder los nervios no serviria de nada. No queria que entrara en panico tampoco -seguro es por el cambio de ritmo, y ahora en las vacaciones al estar mas tranquila.. y.. -no habia mucho que pudiera decirle para calmarla.

-me estoy volviendo loca. -me dijo- estoy tan asustada, que estoy con un humor horrible.

-me di cuenta. -comente.

-Pau, ponete en mi lugar. -pidio tapandose el rostro.- estarias igual, o peor que yo.

Mierda. Sin dudas peor.

-¿que vas a hacer? -pregunte abrazandola por los hombros.

-ahora nada. -contesto- estamos en un camping en el culo del mundo. -exagero- pero supongo que cuando volvamos, vere... antes de irme de viaje. La puta que me pario. -se quejo.

-podemos ir al pueblo mañana y pasar por una farmacia. -sugeri.

-aja... ¿vos estas loca? -grito- Facu se va a enterar, no en pedo. No.

-¿queres que invente que me siento mal para volvermos a Cordoba? -se me agotaban las soluciones, y no me gustaba ver a mi amiga asi de preocupada.

-no, esta bien. -me abrazo con una sonrisa. -pero crucemos los dedos para que me venga rapido.

-bueno, pero no te vas a poder meter al rio. -bromee.

-no me importaaa. -se rio mi amiga- prefiero eso.

Asenti y despues de quedarme un ratito con ella y cambiarle de tema para distraerla, volvimos con los demas.

Cerca de las dos de la mañana, decidimos que habiamos tenido un dia muy largo y mejor nos ibamos a dormir.

Yo, que estaba totalmente insolada, sentia que la piel se me prendia fuego. A la hora de ponerme el pijama, habia querido llorar.

-te dije que durmieras sin ropa. -dijo Pepe encogiéndose de hombros.

-si, ¿y si tenemos que salir rapido de la carpa por una emergencia? -pregunte.

-salis envuelta en la bolsa de dormir. -soluciono entre risas. -ademas te ahorrabas el trabajo. -me susurro besandome el cuello por debajo de la oreja. -porque ahora te lo voy a sacar de todas formas.

Cruce mis brazos por detras de su cabeza, y aunque el espacio dentro de la carpa era bastante reducido, no necesitamos mucho mas.

Despues de un buen rato, agitados, y casi a punto de perder el control, le puse una mano en el pecho para frenarlo. Estaba a punto de hundirse en mi, pero la charla que habia tenido con mi amiga me perseguia.

Levante la cabeza buscando sus ojos que me miraban desconcertados.

-¿que pasa, mi amor? -pregunto separandose mas para mirarme. -¿te hice doler?

Negue con la cabeza, recuperando un poco el aliento asi podia hablar.

-por casualidad no trajiste... -agito apenas la cabeza alentandos a terminar la frase. - ¿proteccion?

Fruncio el ceño y se quedo pensando.

-no, no traje. -se bajo de encima mio y me miro sin entender.  ¿tenia que traer?- dudo- no estuviste tomando antibióticos, ni te olvidaste de tomar las pastillitas... -enumero.

-no me hagas caso. -negue con la cabeza. -estoy un poco paranoica. -lo mire entornando los ojos, y como parecia desconcertado y poquito asustado, le tuve que decir lo de May. -si te cuento un secreto, ¿me prometes que te quedas callado y no se lo decis a tu amigo?

Esta de mas decir que todas las ganas que teniamos, se nos fueron de golpe y no sabiamos ni que decir.

Nadie queria decir las palabras en voz alta, porque francamente a nuestra edad, era terrorifico.

Asi que nos dormimos un poco tarde, habiendo decidido cuidarnos por un buen tiempo, con pastillas y condones al mismo tiempo.

Mañana Pepe iria al pueblo y compraria hasta que volvieramos a Cordoba.


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